miércoles, 11 de junio de 2014

UN MENSAJE DEL FUTURO

“Somos piedra sobre piedra, 
piedras de generaciones, 
que actuamos como mortales 
y pensamos como flores, 
porque una flor es la prueba, 
de que en medio de lo triste, 
lo sensible lo renueva.”


Karel García

Sin miedo a la oscuridad



El último capítulo de Cosmos: Una Odisea Espacio Temporal debería ser visto por cada ser humano nacido. Es una declaración de principios de todos aquellos quienes comprenden la idea del nuestra existencia como especie que se ve en el futuro. La belleza de los conceptos y la justeza de las palabras van de la mano de una idea que no debe detenerse nunca: la ciencia no tiene otro futuro que pertenecer al saber popular. De no ser así, podremos seguir existiendo algún tiempo mas, sólo hasta el instante trágico en que nos demos cuenta que no estamos preparados para trascender y hacer pie en la galaxia. En el día a día, con el trajín de la rutina y los problemas y limitaciones de las distintas pero similares sociedades en las que vivimos, nos olvidamos y hasta nos parece algo ridículo y sólo perteneciente a las películas el hecho de que el ser humano alguna vez se haga a la mar del cosmos; pero lo cierto es que en la próxima década tendremos gente en Marte  y, probablemente hacia el fin de este siglo, exista una colonia numerosa asentada allí. Como podemos comprobar históricamente, la cabeza tarda en asumir ciertas nuevas configuraciones, y cuando lo hizo demasiado, se pagó caro. Esto no significa que quienes ignoren estos temas corran con una desventaja: el problema no es ingorar el conocimiento, de hecho, ese es el primer paso hacia este último, el problema es ignorar la ignorancia. Aprovecho este cierre de temporada (con esperanza de que exista alguna otra), para agradecerles a todos quienes se hayan pasado por este espacio para disfrutar de esta gran serie y también por haber hecho honor al espíritu de este blog al replicar los capítulos a cada vez mas contactos. Aquí seguiremos, al timón, acercándoles nuevas cosas que puedan interesarles, asombrarlos, emocionarlos o, simplemente divertirlos un rato, así que si están de acuerdo, les matendré al tanto de las actualizaciones. Sólo tienen que solicitar unirse al grupo de El Replicador de Sueños en Facebook (acá a la derecha encontraran el botón para tal fin). Desde ya, eternamente agradecido a tod@s!


Saludos


Facundo




martes, 3 de junio de 2014

HABÍA UNA VEZ UN MUNDO

“Estoy convencido de que 
muchas personas han perdido 
su fe en el futuro, pues estamos 
empezando a actuar en casi toda faceta 
de nuestra civilización como si 
nuestro futuro fuera tan precario 
que tuviera más sentido centrarse 
exclusivamente en nuestras necesidades actuales 
y en los problemas inmediatos”


Al Gore

El planeta se libera



Bien el subtítulo podría ser una pregunta, al igual que este, el duodécimo capítulo de Cosmos: Una Odisea Espacio Temporal. Y es que, a pesar de estar lleno de datos, hechos y afirmaciones, este espisodio es una gran pregunta ¿Evitaremos nuestra propia destrucción?
El tema es el calentamiento global. Las cartas están repartidas, Neil juega duro, el rival es poderoso, sin embargo no se alimenta sólo de su capacidad económica y sus intereses: la negación y la inacción de la población general es el cómplice mas efectivo. La información sin sensacionalismo que maneja Cosmos es brillante. Ejemplos claros, respuestas a preguntas que cualquiera podría hacerse a medida que uno va recibiendo alertas que no son nuevas, evitando caer en el ecoterrorismo barato de algunas poco decentes organizaciones. El mayor problema de todos, creo yo, reside en el hecho de la dificultad que tenemos en mirar a largo plazo. En múltiples ámbitos sucede que nos quedamos con el chisme, el hecho aislado, el dato anecdótico, pero nos cuesta horrores ver la película entera, un tramo mayor de la traza. Asomarnos a perspectivas mas amplias es desintoxicante y nos permite pensar con mayor claridad. Recordemos que por ahora, este es el único hogar planetario que tenemos y tendrán nuestros hijos. No es imposible, yo lo hicimos antes, podemos hacerlo ahora. Como afirma el título de este capítulo: "El planeta se libera", depende de nosotros si lo hará del exceso de CO2 o de el exceso de humanos. Cambiemos!


Saludos


Facundo