"Río y no es un desafío a la vida del sueño: es que vivo camino al cementerio."
-Silvio Rodríguez-
Hacerse de gracias de-pura desgracia
Como en tantas de sus reflexiones, Nietzsche no estaba tan errado al proclamar en aquella célebre frase que decía:"El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa". Lo único desacertado de la frase, en este caso, sería que hoy podemos afirmar que no es un “invento” del hombre, sino más bien de los grandes simios, y posiblemente del antepasado común de ellos. No es muy difícil notar la diferencia gestual básica en el rostro de un chimpancé cuando éste muestra los dientes y deducir a partir de allí cuáles son sus intenciones.
Lo que hicimos los humanos, a diferencia de algunos de nuestros primitos primates, fue conseguir que la risa se manifieste como un mecanismo algo bastante más sofisticado que lo que resulta una mueca facial que transmite empatía
Lo que hicimos los humanos, a diferencia de algunos de nuestros primitos primates, fue conseguir que la risa se manifieste como un mecanismo algo bastante más sofisticado que lo que resulta una mueca facial que transmite empatía
Otro brillante filósofo, esta vez, el evolucionista Daniel Dennett, es quien propone que la risa es producto de un dispositivo que tiene nuestro cerebro para depurar “errores” y metafóricamente dice que éste funciona como si fuera un dial, vamos regulando que es lo que nos parece gracioso, moviéndolo y ajustándolo, esto es un poco más…un poco menos gracioso.
Es una idea interesante que aplica tanto para las situaciones externas que nos hacen reír como para las que creamos nosotros cuando queremos ser graciosos. La longitud de este dial cuenta con varias frecuencias donde detenerse a la hora de regular nuestra perilla interna. Tenemos humor ingenuo, tonto, humor absurdo, irónico, sarcástico, humor fino, grosero, gestual, inteligente, humor negro, etc. Todo esto, con sus respectivas subdivisiones temáticas, nos permite tener una amplia gama de posibilidades, combinables entre sí, en el preciso momento que algo nos hizo reír.
A las personas no nos hacen gracias las mismas cosas, eso está más que claro, sin embargo depende también, creo yo, del momento en que estemos pasando o las experiencias que hayamos vivido para que algo nos resulte cómico o no. Quiero decir que algo que en un día nos hizo gracia, otro día puede que ya no (o viceversa).
Acá es donde debo hacer un alto, antes de continuar, para, como es mi costumbre, aplicar la teoría de la mente (o sea, eso de pensar lo que algunos pueden llegar a pensar de lo que yo estoy pensando) y aclarar a quien pueda llegar a decir que la risa es lo más maravilloso que tenemos, y que es como una regalo del cielo, y que por qué todo tiene que surgir de algo malo, y ese tipo de cosas; que cuanto más reflexionemos y sepamos sobre el funcionamiento de nuestro cerebro, mejor nos vamos a desenvolver. Realmente hay un consenso general con respecto a este tema y es que reír nos hace bien, claro que es verdad, pero nunca está demás el saber por qué.
Hecha esta aclaración, continúo. Entre todos los tipos de humor existentes, el que yo prefiero utilizar, generalmente es la ironía, así es que me puse a pensar en qué es lo que tiene de particular este estilo, entre los demás, para resultar favorecido.
Lo bueno de recurrir a la ironía como gracia, es que al invertir el orden de lo que se quiere decir en determinado contexto, se antepone el problema o lo que resulta conflictivo y se lo pone al descubierto sirviendo de advertencia al receptor. O sea, si reírse es una forma de hacer catarsis de lo que, inconcientemente, representa un problema, lo que hace la ironía es colocar elementos para poner a este problema en evidencia, es como si nos dijera reíte tranquilo, pero tomá conciencia que se trata de un problema. Por eso siempre que escuchamos alguna, luego de la risa, algo nos queda sonando como un eco en la cabeza. Esto me lleva a concluir que lo irónico nos dice que el error ya está previsto y nos da una pauta para que trabajemos sobre él, por lo tanto resulta sumamente constructivo, al revés de lo que se suele pensar.
Si giro un poco más mi perilla del dial, me encuentro con la frecuencia vecina a la ironía, que es el sarcasmo, y noto que lo utilizo bastante a la hora de reír. Con este tipo de humor hay que andar en puntillas y tener mucho cuidado ya que por definición su objetivo es la ofensa y el maltrato. Y no basta con el simplismo hipócrita al que recurren muchos, que luego de ofender a alguien, lo resuelven agregando “naahh...te lo digo en chiste” acompañado de una palmadita amigable. Si uno recurre al sarcasmo con alguien que tiene empatía o afecto, como puede llegar a ser una amistad, el motivo por el cual se lo maltrata debería ser con un fin también constructivo, es decir, si alguien no se da cuenta o no ve algún problema, la burla ofensiva puede llegar a resultar una herramienta eficiente para conseguir que tu amigo/a se espabile y vea con más claridad. Generalmente en estos casos, si no queremos perder a un amigo, los más conveniente es explicar el chiste para luego derivar en un conversación seria y abordar el problema. Yo luego de utilizar un sarcasmo suelo volver a girar levemente mi perilla hacia atrás y revertir el maltrato con una ironía que podríamos calificar como inversa. De esta manera es como terminar diciendo “porque te quiero te aporreo”.
El psicólogo evolutivo Steven Pinker, en su libro El mundo de las palabras sostiene que en una relación empática, el humor cordial, más allá de los elementos clave que implican una reducción de la dignidad, se emplea como señal de que la base de la relación es el comunalismo y no la autoridad,.haciendo referencia a las palabras de Samuel Johnson que decía que” No hay dos hombres que puedan estar juntos media hora sin que uno asuma superioridad evidente sobre el otro” Pinker aclara que a primera vista se podría pensar que la parte superior estaría en una posición de dominio, pero no siempre ocurre así, cosa que me parece coherente, ya que aparte de lo que él argumenta en su libro, en casos como el que mencione antes, yo pienso que una de las partes puede hacerse de tal autoridad ya sea por contar con una experiencia previa en el problema, o bien, que el problema al cual la otra parte se enfrenta, a uno no le afecta en la misma medida y esta en mejores condiciones de, a través de un chiste, mostrarle al otro la realidad.
Personalmente, sé bien que utilizar este tipo de humor suele traer como consecuencias que a uno lo tilden de amargo, agrio, ácido, salado, picante (creo que son todos los calificativos gustativos aplicables que me han endilgado), sin embargo si uno realmente tiene buenas intenciones a la hora de ser gracioso con alguien que quiere, finalmente, si es bien interpretado, termino resultando todo un dulce. Nada más terriblemente fascinante que ver la realidad.
Ya que mencioné hace un momento al mundo de las palabras, puedo decir que otra de las formas de humor de mi preferencia son los juegos de palabras. Así como un poeta busca la rima más bella y conveniente o el experto en crucigramas recurre a su intelecto para resolverlos, hay quien cuenta con la habilidad para hacer juegos de palabras que nos resultan graciosos. En este caso ¿Qué error estamos depurando en nuestros cerebros?
Evidentemente no es otra cosa que lo imperfecto de nuestro lenguaje (sea cual fuere), la infinidad de formas que nos pueden llevar a cometer un error de interpretación, por la similitud de dos palabras o los distintos significados de un mismo término, pudiendo derivar en un conflicto que nos meta en problemas. Así como muchos chistes se conforman con la confusión de situaciones, en este caso, la estructura más básica es la confusión de las palabras.
Me es imposible dejar fuera de esta especie de auto análisis de lo humorístico una cuestión fundamental, como lo es la de la temática principal de las cosas que me resultan graciosas o suelo hacer gracias y que es común a la mayoría de las personas, solo que yo, como tantas otras, tal vez enfatizo demasiado. El sexo.
Auggg!!! Llamen a un psicólogo!! ¿Qué error hay ahora? ¿Tengo un problema sexual? ¿Le tengo temor al sexo opuesto? ¿No tengo definida mi sexualidad? Horror!!
Tranquilos. Nada de eso pasa.*
Entonces ¿Por qué nos reímos tanto de lo sexual, y algunos, con mayor insistencia? Pienso yo que esto pasa simplemente porque, más allá, que en la actualidad se hable más abiertamente que antes del tema, aún no deja de ser tabú para las personas. El temor implícito que hace que nos riamos tiene que ser justamente que sea tabú, nos horroriza la idea latente en el inconciente de que por este motivo nos quedemos sin relaciones sexuales. Resultando este punto, como es lógico, en diferente medida para el hombre que para la mujer, pero eso ya es otro tema.
Yo, cada vez que recurro al humor en estas cuestiones, con las chicas, lo hago de manera irónica por los mismos motivos que expliqué antes. A buenas entendedoras, pocas palabras., esto no es una confesión, ni mucho menos una novedad.
Para finalizar me gustaría contar una brevísima anécdota que ejemplifica claramente como entre dos personas surgen diferentes interpretaciones de un mismo hecho gracioso y como funcionamos regulando el dial. Algo muy básico.
Ayer mientras escribía esto, se abrió una ventana del MSN y era una amiga que me decía que le había resultado gracioso el nombre Alain de Botton, que figuraba en mi publicación anterior. Con especial atención le pregunté que era lo que le hacía gracia, suponiendo que era lo mismo que me podría haber hecho gracia a mí si me disponía a jugar con la similitud de las palabras. Me respondió si el próximo post iba a ser de José de “ojal”. Resultando éste el aspecto más “inocente” del juego de palabras, al tiempo yo le hacía referencia de la interpretación de “botón” que en el lunfardo (argot) rioplatense significa alcahuete o policía, resultando un aspecto intermedio, y lo completé con lo que me podía resultar gracioso inicialmente a mí, relacionándolo con la palabra inglesa “bottom” (fondo, utilizado también para culo). Le terminé diciendo que su chiste naif y el mío sexual en el fondo querían decir lo mismo, ya que el ojal se abrocha y el culo también (en argentina solemos usar el término abrochar para el acople sexual). En fin, no se preocupen por la integridad moral de mi amiga que con este tipo de charlas ya está curada de espanto y aún me quiere un poco. Sólo quería poner el ejemplo de como funciona el dial a la hora de querer hacer una gracia.
El tema del humor da mucha tela para cortar, ya que la cantidad de preguntas que pueden llegar a surgir son muchas, sobre cosas como: los que se ríen de casi todo, los que no pueden parar de hacer chistes constantemente, los que no se ríen por uno u otro motivo de nada, los que se dedican a hacer humor profesional y generalmente son tipos serios en su vida cotidiana, los límites del dial que hacen que a veces lloremos de risa o reímos mientras lloramos amargamente, etc. De momento yo sólo reflexioné sobre el humor que prefiero para entender el por qué y saber en que se relaciona conmigo. Tal vez cada uno de ustedes puede hacerse la misma pregunta e intentar responderla según sean sus gustos.
Entre tanto material que hay, para dejarles un video cómico, decidí escoger este clásico del grupo argentino Les Luthiers, ya que aborda la temática de uno de los aspectos mencionados en mi publicación anterior sobre los por qué de los chicos y que se titula "La gallina dijo eureka". Espero, si no lo conocen, les guste.
No olvidemos que mostrando los dientes le hacemos frente a los problemas…una de las dos maneras favorece una convivencia más amable en sociedad ¿Cuál preferimos?
Dime de que te ríes y te diré a que le temes.
Saludos y…gracias
Es una idea interesante que aplica tanto para las situaciones externas que nos hacen reír como para las que creamos nosotros cuando queremos ser graciosos. La longitud de este dial cuenta con varias frecuencias donde detenerse a la hora de regular nuestra perilla interna. Tenemos humor ingenuo, tonto, humor absurdo, irónico, sarcástico, humor fino, grosero, gestual, inteligente, humor negro, etc. Todo esto, con sus respectivas subdivisiones temáticas, nos permite tener una amplia gama de posibilidades, combinables entre sí, en el preciso momento que algo nos hizo reír.
A las personas no nos hacen gracias las mismas cosas, eso está más que claro, sin embargo depende también, creo yo, del momento en que estemos pasando o las experiencias que hayamos vivido para que algo nos resulte cómico o no. Quiero decir que algo que en un día nos hizo gracia, otro día puede que ya no (o viceversa).
Acá es donde debo hacer un alto, antes de continuar, para, como es mi costumbre, aplicar la teoría de la mente (o sea, eso de pensar lo que algunos pueden llegar a pensar de lo que yo estoy pensando) y aclarar a quien pueda llegar a decir que la risa es lo más maravilloso que tenemos, y que es como una regalo del cielo, y que por qué todo tiene que surgir de algo malo, y ese tipo de cosas; que cuanto más reflexionemos y sepamos sobre el funcionamiento de nuestro cerebro, mejor nos vamos a desenvolver. Realmente hay un consenso general con respecto a este tema y es que reír nos hace bien, claro que es verdad, pero nunca está demás el saber por qué.
Hecha esta aclaración, continúo. Entre todos los tipos de humor existentes, el que yo prefiero utilizar, generalmente es la ironía, así es que me puse a pensar en qué es lo que tiene de particular este estilo, entre los demás, para resultar favorecido.
Lo bueno de recurrir a la ironía como gracia, es que al invertir el orden de lo que se quiere decir en determinado contexto, se antepone el problema o lo que resulta conflictivo y se lo pone al descubierto sirviendo de advertencia al receptor. O sea, si reírse es una forma de hacer catarsis de lo que, inconcientemente, representa un problema, lo que hace la ironía es colocar elementos para poner a este problema en evidencia, es como si nos dijera reíte tranquilo, pero tomá conciencia que se trata de un problema. Por eso siempre que escuchamos alguna, luego de la risa, algo nos queda sonando como un eco en la cabeza. Esto me lleva a concluir que lo irónico nos dice que el error ya está previsto y nos da una pauta para que trabajemos sobre él, por lo tanto resulta sumamente constructivo, al revés de lo que se suele pensar.
Si giro un poco más mi perilla del dial, me encuentro con la frecuencia vecina a la ironía, que es el sarcasmo, y noto que lo utilizo bastante a la hora de reír. Con este tipo de humor hay que andar en puntillas y tener mucho cuidado ya que por definición su objetivo es la ofensa y el maltrato. Y no basta con el simplismo hipócrita al que recurren muchos, que luego de ofender a alguien, lo resuelven agregando “naahh...te lo digo en chiste” acompañado de una palmadita amigable. Si uno recurre al sarcasmo con alguien que tiene empatía o afecto, como puede llegar a ser una amistad, el motivo por el cual se lo maltrata debería ser con un fin también constructivo, es decir, si alguien no se da cuenta o no ve algún problema, la burla ofensiva puede llegar a resultar una herramienta eficiente para conseguir que tu amigo/a se espabile y vea con más claridad. Generalmente en estos casos, si no queremos perder a un amigo, los más conveniente es explicar el chiste para luego derivar en un conversación seria y abordar el problema. Yo luego de utilizar un sarcasmo suelo volver a girar levemente mi perilla hacia atrás y revertir el maltrato con una ironía que podríamos calificar como inversa. De esta manera es como terminar diciendo “porque te quiero te aporreo”.
El psicólogo evolutivo Steven Pinker, en su libro El mundo de las palabras sostiene que en una relación empática, el humor cordial, más allá de los elementos clave que implican una reducción de la dignidad, se emplea como señal de que la base de la relación es el comunalismo y no la autoridad,.haciendo referencia a las palabras de Samuel Johnson que decía que” No hay dos hombres que puedan estar juntos media hora sin que uno asuma superioridad evidente sobre el otro” Pinker aclara que a primera vista se podría pensar que la parte superior estaría en una posición de dominio, pero no siempre ocurre así, cosa que me parece coherente, ya que aparte de lo que él argumenta en su libro, en casos como el que mencione antes, yo pienso que una de las partes puede hacerse de tal autoridad ya sea por contar con una experiencia previa en el problema, o bien, que el problema al cual la otra parte se enfrenta, a uno no le afecta en la misma medida y esta en mejores condiciones de, a través de un chiste, mostrarle al otro la realidad.
Personalmente, sé bien que utilizar este tipo de humor suele traer como consecuencias que a uno lo tilden de amargo, agrio, ácido, salado, picante (creo que son todos los calificativos gustativos aplicables que me han endilgado), sin embargo si uno realmente tiene buenas intenciones a la hora de ser gracioso con alguien que quiere, finalmente, si es bien interpretado, termino resultando todo un dulce. Nada más terriblemente fascinante que ver la realidad.
Ya que mencioné hace un momento al mundo de las palabras, puedo decir que otra de las formas de humor de mi preferencia son los juegos de palabras. Así como un poeta busca la rima más bella y conveniente o el experto en crucigramas recurre a su intelecto para resolverlos, hay quien cuenta con la habilidad para hacer juegos de palabras que nos resultan graciosos. En este caso ¿Qué error estamos depurando en nuestros cerebros?
Evidentemente no es otra cosa que lo imperfecto de nuestro lenguaje (sea cual fuere), la infinidad de formas que nos pueden llevar a cometer un error de interpretación, por la similitud de dos palabras o los distintos significados de un mismo término, pudiendo derivar en un conflicto que nos meta en problemas. Así como muchos chistes se conforman con la confusión de situaciones, en este caso, la estructura más básica es la confusión de las palabras.
Me es imposible dejar fuera de esta especie de auto análisis de lo humorístico una cuestión fundamental, como lo es la de la temática principal de las cosas que me resultan graciosas o suelo hacer gracias y que es común a la mayoría de las personas, solo que yo, como tantas otras, tal vez enfatizo demasiado. El sexo.
Auggg!!! Llamen a un psicólogo!! ¿Qué error hay ahora? ¿Tengo un problema sexual? ¿Le tengo temor al sexo opuesto? ¿No tengo definida mi sexualidad? Horror!!
Tranquilos. Nada de eso pasa.*
Entonces ¿Por qué nos reímos tanto de lo sexual, y algunos, con mayor insistencia? Pienso yo que esto pasa simplemente porque, más allá, que en la actualidad se hable más abiertamente que antes del tema, aún no deja de ser tabú para las personas. El temor implícito que hace que nos riamos tiene que ser justamente que sea tabú, nos horroriza la idea latente en el inconciente de que por este motivo nos quedemos sin relaciones sexuales. Resultando este punto, como es lógico, en diferente medida para el hombre que para la mujer, pero eso ya es otro tema.
Yo, cada vez que recurro al humor en estas cuestiones, con las chicas, lo hago de manera irónica por los mismos motivos que expliqué antes. A buenas entendedoras, pocas palabras., esto no es una confesión, ni mucho menos una novedad.
Para finalizar me gustaría contar una brevísima anécdota que ejemplifica claramente como entre dos personas surgen diferentes interpretaciones de un mismo hecho gracioso y como funcionamos regulando el dial. Algo muy básico.
Ayer mientras escribía esto, se abrió una ventana del MSN y era una amiga que me decía que le había resultado gracioso el nombre Alain de Botton, que figuraba en mi publicación anterior. Con especial atención le pregunté que era lo que le hacía gracia, suponiendo que era lo mismo que me podría haber hecho gracia a mí si me disponía a jugar con la similitud de las palabras. Me respondió si el próximo post iba a ser de José de “ojal”. Resultando éste el aspecto más “inocente” del juego de palabras, al tiempo yo le hacía referencia de la interpretación de “botón” que en el lunfardo (argot) rioplatense significa alcahuete o policía, resultando un aspecto intermedio, y lo completé con lo que me podía resultar gracioso inicialmente a mí, relacionándolo con la palabra inglesa “bottom” (fondo, utilizado también para culo). Le terminé diciendo que su chiste naif y el mío sexual en el fondo querían decir lo mismo, ya que el ojal se abrocha y el culo también (en argentina solemos usar el término abrochar para el acople sexual). En fin, no se preocupen por la integridad moral de mi amiga que con este tipo de charlas ya está curada de espanto y aún me quiere un poco. Sólo quería poner el ejemplo de como funciona el dial a la hora de querer hacer una gracia.
El tema del humor da mucha tela para cortar, ya que la cantidad de preguntas que pueden llegar a surgir son muchas, sobre cosas como: los que se ríen de casi todo, los que no pueden parar de hacer chistes constantemente, los que no se ríen por uno u otro motivo de nada, los que se dedican a hacer humor profesional y generalmente son tipos serios en su vida cotidiana, los límites del dial que hacen que a veces lloremos de risa o reímos mientras lloramos amargamente, etc. De momento yo sólo reflexioné sobre el humor que prefiero para entender el por qué y saber en que se relaciona conmigo. Tal vez cada uno de ustedes puede hacerse la misma pregunta e intentar responderla según sean sus gustos.
Entre tanto material que hay, para dejarles un video cómico, decidí escoger este clásico del grupo argentino Les Luthiers, ya que aborda la temática de uno de los aspectos mencionados en mi publicación anterior sobre los por qué de los chicos y que se titula "La gallina dijo eureka". Espero, si no lo conocen, les guste.
No olvidemos que mostrando los dientes le hacemos frente a los problemas…una de las dos maneras favorece una convivencia más amable en sociedad ¿Cuál preferimos?
Dime de que te ríes y te diré a que le temes.
Saludos y…gracias
Juan Carlos
* A los lectores escépticos, con respecto a este punto, lamentablemente, sólo puedo decirles que confíen en mi palabra. A las lectoras escépticas también, aunque si son muy, muy escépticas me piden el teléfono y combinamos la forma de que lo comprueben con evidencias… jíjíjí
Humor Reflexión Psicología Les Luthiers
16 comentarios:
Excelente artículo!
Siempre consideré que la risa, al igual que el arte, eran sucedáneos para tolerar el sufrimiento de vivir en este mundo. Pero las perspectivas son mejores al analizarlo con detenimiento como lo has hecho.
Abrazo!
Gracias!! Yo pienso que las actividades que realizamos de manera no conciente, como todo en la vida , son producto de la evolución.Lo que no significa que sea "lo mejor", por lo tanto cuanto más las conozcamos,más podemos optimizar el funcionamiento y tall vez algún dia incluso se modifique la realidad tal cual la conocemos.
Un saludo
Acabo de encontrar este blog con mis "alertas buscadoras" de humor y poesía. Me ha gustado ese enfoque del por qué del humor que has planteado... sin embargo, ¡sin embargo!... por cuestiones de "aquél ecepticismo"... ¡bué...!
Afectuosamente,
Ana Lucía
.
Bienvenida Ana Lucía
...nos embargaron el embargo y nos quedamos sin él..en,fin las ironías de la vida.
gracias por tus palabras, estamos en contacto
saludos!!
Juan Carlos.
Me encantó el post, reirme lo disfruto bastante, aca el albur a veces esta a todo lo que da, tengo una amiga con la que siempre me rió bastante por que somos muy imaginativas, si nos juntamos a alburear podemos ser peor que los hombre :S
Eso si...no puedo cargar nada mientras me estoy riendo por que seguramente se me caiga...una vez casi voy al suelo con un pastel de cumpleaños por que me dio risa simplemente ir cargando un pastel, recuerdo una vez que me dio bastante risa el ver a todas mis compañeros de clase parpadear en silencio mientras un maestro explicaba algo, por eso me sacaron del salón. Se oye bastante loco no?
pero creo que estaba mas loco un amigo que dijo...
"de que te ríes? me río de janeiro"
por cierto mi esposo es fan de les luthiers
Saludos!
He encontrado este blog por serendipia a través de otro. Lo seguiré a partir de ahora pues lo encuentro muy pero que muy interesante y cuidado.
Respecto a este post, no tengo más que dar la razón al autor.
Manel
Hola Vale, me alegro que te haya gustado.Cierto que a la hora de reir la chicas pueden ser más bravas que los hombres.jejej
A mi si me preguntan ¿de qué te ríes? por la cercanía geografica debo decir "me río de la plata"...hablando de depurar errores...debería llorar. juaa
beso.
Manel:
Gracias y bienvenido al blog!!
veo que sos escritor, ya voy a visitar el tuyo en español que pinta interesante
saludos
Yo nose si darte la razón o pedirte el teléfono jeje, que vas a cumplir pronto los 39 para estar evidenciandose jeje...
como veras el humor es mi aliado,creo que deberia haber terapia gratuita para su defecto al igual que tratamos las patologias de los otros 5 sentidos.
jajaj pecado..el problema sería si tuvieras el humor liado y no de aliado..
Vos decis que estoy regalado para anardar dando evidencias?? jajaja sólo era mi humilde intención de promover el escepticismo femenino.
Es cierto lo de la terapia, pero para eso lo mejor son los amigos así que si necesitas alguna sesion podés contar conmigo, aunque no lo seamos..nos podemos reir seguro.
que significa anardar?
uhh perdón quise poner "andar dando evidencias..."
Pecado, preparate porque estamos preparando una sorpresa en un próximo post que sospecho que te puede llegar a gustar a vos particularmente.
y no te adelanto nada mas eh??
jejejje
Muy buena tu entrada sobre el humor, mi favorito tambien es la ironia y el sarcasmo. Es que se disfruta tanto, cuando el otro no se da cuenta que uno le dijo en la cara lo que quiso decentemente!!!...jejejeje
ahh estamos igual rocktambula..??entonces en lugar de media naranja somos medio limon.jejejej
te mando un beso grande y gracias!!
Muy buen articulo mi querido Juan Carlos, como todos los que he leido
Conozco perfectamente de lo que habla.
Lo seguire atentamente
Que buen artículo.. me gusta el blog así que ya me estoy subscribiendo, espero que todos los articulos sean tan interesantes como este!
Un saludo
Gracias Fidel y bienvenido al blog.
Habra algunos artículos más interesantes,otros menos. Lo que sí garantizo es todos siguen la misma linea,la de mi pensamiento.
Un saludo y te esperamos tus comentarios cuando quieras
Publicar un comentario