"Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¿hasta cuándo nos dura
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡Qué viva toda la ciencia!"
-Violeta Parra-
NO DESESTIMES ESTE POST
LA CIENCIA TE ESTIMA
La ciencia es algo difícil de comprender.
Una querida amiga, al escuchar esto, diría ¡Es una frase para el bronce! Es cierto. Bien vale la ironía, ya que, decir que la ciencia es una disciplina que a la mayoría de las personas nos resulta muy complicada de comprender no es ninguna novedad. También es cierto que muchos le suelen escapar,como es lógico. De inmediato la gente trata de desentenderse de las cuestiones que les resultan demasiado complicadas. Una manera muy común de hacerlo, es encaramándose en el complejo entramado neuronal de nuestra exclusiva y humana subjetividad, encontrando allí un refugio y un centro de operaciones, desde el cual, elaboran las estrategias con las que enfrentan, muchas veces en forma algo ambigua, ciertos aspectos de la realidad.
Obviamente, no voy a menospreciar la subjetividad de nuestras abstracciones, ya que gracias a ellas, somos lo que somos y conseguimos lo que conseguimos. Lo que sí vale aclarar, es la importancia que tiene la acción de saber discriminar las que son de utilidad de las que son inútiles y, sobre, todo de las que pueden resultar perjudiciales para la sociedad en su conjunto.
Uno de los problemas que surge con la cuestión científica es que se funda en la evidencia, resultando éste uno de los pilares que suele repeler al común de la gente. No porque la gente deteste la evidencia, esto está mas que claro, si no que generalmente la suele priorizar según su conveniencia. A veces resulta vital exigirla en nuestras interacciones cotidianas y a veces el hecho de hacerlo es atentar contra los lazos de confianza depositada en el prójimo o en ideas preestablecidas.
Otro problema es que, muy a la ligera y por ignorancia, también se suele estigmatizar a la ciencia, colocando al científico en su laboratorio, allá arriba, aislado en lo alto de la montaña al mejor estilo Dr. Frankenstein.El astrónomo Carl Sagan, bien dijo una vez: “Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre.”
Creo tremendamente necesario que la sociedad, al menos en una mayor proporción, asuma de una vez que esta forma de pensar está directamente ligada con nuestra vida cotidiana. Y empleo el término asuma, porque no es más que eso, asumirlo, ya que no es una cuestión que no se sepa, si no que, por difícil, se suele mirar para otro lado, o bien, simplemente posicionarse en su contra. Es natural que que el sólo hecho de asumirlo no nos va a hacer entenderla como por arte de magia, sin embargo, el apoyo más sólido que surgiría a partir de hacerlo, puede resultar determinante, si lo que queremos es avanzar hacia un mejor bienestar.La ciencia está íntimamente relacionada con las soluciones tecnológicas que hoy nos ayudan a vivir mejor, así como también nos permite conocer de donde venimos y, sobre todo, hacia a donde vamos. La ciencia, con su mecanismo de prueba y error, sigue siendo la mejor heramienta que tenemos para dar con nuestros aciertos.
Una querida amiga, al escuchar esto, diría ¡Es una frase para el bronce! Es cierto. Bien vale la ironía, ya que, decir que la ciencia es una disciplina que a la mayoría de las personas nos resulta muy complicada de comprender no es ninguna novedad. También es cierto que muchos le suelen escapar,como es lógico. De inmediato la gente trata de desentenderse de las cuestiones que les resultan demasiado complicadas. Una manera muy común de hacerlo, es encaramándose en el complejo entramado neuronal de nuestra exclusiva y humana subjetividad, encontrando allí un refugio y un centro de operaciones, desde el cual, elaboran las estrategias con las que enfrentan, muchas veces en forma algo ambigua, ciertos aspectos de la realidad.
Obviamente, no voy a menospreciar la subjetividad de nuestras abstracciones, ya que gracias a ellas, somos lo que somos y conseguimos lo que conseguimos. Lo que sí vale aclarar, es la importancia que tiene la acción de saber discriminar las que son de utilidad de las que son inútiles y, sobre, todo de las que pueden resultar perjudiciales para la sociedad en su conjunto.
Uno de los problemas que surge con la cuestión científica es que se funda en la evidencia, resultando éste uno de los pilares que suele repeler al común de la gente. No porque la gente deteste la evidencia, esto está mas que claro, si no que generalmente la suele priorizar según su conveniencia. A veces resulta vital exigirla en nuestras interacciones cotidianas y a veces el hecho de hacerlo es atentar contra los lazos de confianza depositada en el prójimo o en ideas preestablecidas.
Otro problema es que, muy a la ligera y por ignorancia, también se suele estigmatizar a la ciencia, colocando al científico en su laboratorio, allá arriba, aislado en lo alto de la montaña al mejor estilo Dr. Frankenstein.El astrónomo Carl Sagan, bien dijo una vez: “Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre.”
Creo tremendamente necesario que la sociedad, al menos en una mayor proporción, asuma de una vez que esta forma de pensar está directamente ligada con nuestra vida cotidiana. Y empleo el término asuma, porque no es más que eso, asumirlo, ya que no es una cuestión que no se sepa, si no que, por difícil, se suele mirar para otro lado, o bien, simplemente posicionarse en su contra. Es natural que que el sólo hecho de asumirlo no nos va a hacer entenderla como por arte de magia, sin embargo, el apoyo más sólido que surgiría a partir de hacerlo, puede resultar determinante, si lo que queremos es avanzar hacia un mejor bienestar.La ciencia está íntimamente relacionada con las soluciones tecnológicas que hoy nos ayudan a vivir mejor, así como también nos permite conocer de donde venimos y, sobre todo, hacia a donde vamos. La ciencia, con su mecanismo de prueba y error, sigue siendo la mejor heramienta que tenemos para dar con nuestros aciertos.
Es por eso que, con la intención de concientizar sobre esta idea y, en la medida de lo posible, elaboramos estos tres banners que esperamos sean de su agrado. Si lo considera oportuno, por favor no olvide replicarlos.
Saludos
Juan Carlos
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4 comentarios:
cierto, y buenísimo!
Gracias Vale!
exelente texto, exelente los banner con su permiso merobo alguno jeje ;)
saludos.
Gracias Rafael! Robe los que quiera, que cuanto más se repliquen mejor
Saludos y bienvenido al Replicador!
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