miércoles, 4 de agosto de 2010

Adarme Divulgación -Jared Diamond-



"Delante del escudo más arrogante la agricultura tiene su interrogante."

-Violeta Parra-




Como lo teníamos pautado, hoy continuamos con la segunda parte de este brillante artículo del profesor Jared Diamond publicado en el libro El nuevo humanismo. Y las fronteras de la ciencia. En él podremos comprender las causas primeras por la cuales los europeos se hicieron de los medios necesarios para poder conquistar otros continenetes y por qué fue que no ocurrió a la inversa.
Para mayor comodidad ambas publicaciones están interconectadas con sus respectivos links. la semana próxima publecaré la terecra y última parte.

saludos!

Juan Carlos




NUEVA SÍNTESIS CIENTÍFICA DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD (Parte II)




Viene de Parte I





Hagamos retroceder ahora la cadena de razonamiento un paso más atrás aún. ¿Por qué era mucho mayor el número de especies de animales domesticadas en Eurasia que en las Américas? Las Américas cuentan con más de mil especies nativas de mamíferos en estado salvaje, luego en principio uno podría suponer que aquellas tierras ofrecían abundante material inicial para la domesticación. El hecho es que sólo se ha logrado domesticar a una pequeñísima parte de las especies de mamíferos, debido a que la domesticación exige que el animal salvaje cumpla con numerosos requisitos: ha de tener una dieta que los seres humanos puedan proporcionarle, un ritmo de crecimiento rápido, una buena disposición a procrear en cautividad; debe ser dócil, estar habituado a una estructura social que conlleve un comportamiento sumiso ante animales más poderosos y seres humanos, y no debe ser propenso a sentir pánico al verse acorralado. Hace miles de años, los seres humanos domesticaron a todas las especies posibles de grandes mamíferos salvajes que se atenían a estos criterios y que valía la pena domesticar, y es curioso que, pese a los esfuerzos de la ciencia moderna, no hay habido ninguna adición significativa de animales domésticos en épocas recientes.
Eurasia acabó teniendo la mayor cantidad de especies domesticadas, en parte porque es la más extensa masa de tierra del mundo y ofrecía de entrada el mayor número de especies salvajes. Esa diferencia preexistente aumentó de un modo colosal hace 13.000 años, al final de la última glaciación, cuando la mayoría de las especies de grandes mamíferos de América del Norte y del Sur se extinguieron, quizá exterminadas por los primeros indios en llegar al continente . Como resultado, los nativos americanos heredaron muchas menos especies de grandes mamíferos salvajes que los eurasiáticos, y de entre ellos sólo la llama y la alpaca para poder domesticarlos. Las diferencias entre el Viejo y el Nuevo Mundo en cuanto a especies vegetales domesticadas, sobre todo cereales de semilla grande, son cuantitativamente similares a las del caso de los mamíferos, aunque la diferencia no sea tan extrema.

Otra razón que explica la mayor diversidad local de plantas y animales domesticados en Eurasia es que el eje principal de Eurasia tiene dirección este-oeste mientras que las Américas el eje principal es norte-sur. El eje este-oeste eurasiático permitió que las especies domesticadas en una parte de Eurasia pudieran extenderse fácilmente miles de kilómetros en una misma latitud y encontrar siempre el mismo clima y la misma cantidad de horas de luz diurna a los que ya se habían adaptado. Como consecuencia, las gallinas domesticadas en el sureste asiático y los cítricos cultivados en aquella área se extendieron rápidamente en dirección oeste hacia Europa; los caballos domesticados en Ucrania se expandieron con rapidez este hacia China, y las ovejas, cabras, vacas, el trigo y la cebada de la Media Luna de las Tierras Fértiles tuvieron una rápida expansión tanto hacia el este como hacia el oeste. Por el contrario, el eje norte-sur americano impidió que las especies domesticadas en un área pudieran extenderse mucho sin encontrarse pronto con climas y número de horas de luz diurna a los que no estaban adaptados. Resultado de esto fue que el pavo nunca pasara de México, su lugar de domesticación, a los Andes; las llamas y las alpacas nunca pasaron de los Andes a México, lo cual significó una absoluta ausencia de animales de rebaño en las civilizaciones indias de América central y Norteamérica, y el maíz, desarrollado en el clima mexicano, necesitó miles de años para modificarse y aclimatarse a la breve estación de crecimiento, y a la duración cambiante de los días según las estaciones, de América del Norte.
La existencia de especies vegetales y animales domesticadas fue importante para Eurasia por diversas razones, además de la ya mencionada de permitir que los europeos desarrollaran microorganismos patógenos. Las zonas donde dichas especies crecen y habitan producen muchas más calorías por hectárea que los hábitat en estado salvaje, donde la mayoría de las especies no son comestibles para los seres humanos. Consecuencia de ello es que la densidad de población de los agricultores y pastores es entre 10 y 100 veces mayor que la de los cazadores-recolectores. Este hecho por sí solo basta para explicar por qué los agricultores y pastores de todas las partes del mundo han logrado expulsar a los cazadores-recolectores de aquellas tierras aptas para la agricultura o el pastoreo. Los animales domesticados revolucionaron el transporte terrestre. Revolucionaron también la agricultura, al permitir al agricultor arar y abonar mucha más tierra de lo que su esfuerzo solo le hubiera permitido. Por otro lado, las sociedades cazadoras-recolectoras tienden a ser igualitarias y ano tener ningún tipo de organización política de nivel superior al del grupo o la tribu, mientras que el almacenamiento de los excedentes de comida resultantes de la agricultura favorece la creación de sociedades estratificadas, políticamente centralizadas y gobernadas por una elite. Estos excedentes de alimentos aceleraron así mismo el desarrollo de la tecnología, pues permitían mantener a artesanos que no producían sus propios alimentos y que, a cambio, podían dedicarse plenamente a desarrollar la metalurgia, la escritura, y la fabricación de espadas y armas de fuego.

Así pues, hemos empezado por identificar una serie de explicaciones inmediatas (armas de fuego, gérmenes, etcétera) de la conquista de las Américas llevada a cabo por los europeos; y me parece a mi que; en última instancia, estos factores inmediatos tienen mayormente su origen en la superior cantidad de plantas cultivadas, el muy superior número de animales domesticados y el eje este-oeste del Viejo Mundo. La cadena de causalidad ofrece una explicación muy directa de las ventajas que supusieron para el Viejo Mundo los caballos y los microorganismos patógenos. Pero de una manera más indirecta, la domesticación de plantas y animales reportó a Eurasia una ventajosa situación en cuanto a armas, espadas, naves transoceánicas, organización política y escritura, producto todas ellas de las grandes sociedades sedentarias, densamente pobladas y estratificadas, que hizo posible la agricultura.
Examinemos ahora si este esquema, derivado de la colisión de los europeos con los indígenas americanos, nos ayuda a comprender el patrón general de la historia de África, que me dispongo a sintetizar en cinco minutos, Me concentraré en la historia del África subsahariana, ya que esta región estaba mucho mas aislada de Eurasia, tanto por distancia como por clima, que el norte de África, cuya historia está íntimamente ligada a la historia de Eurasia. Allá vamos de nuevo.
Al igual que nos preguntábamos por qué había invadido México Hernán Cortés antes que Moctezuma tuviera ocasión de invadir Europa, podemos preguntarnos por qué colonizaron los europeos el África subsahariana antes que los pobladores del África subsahariana pudieran colonizar Europa. Aunque los factores determinantes son los ya mencionados: armas, acero, naves, organización política, y escritura, surge una vez más la pregunta de por qué estas armas, naves, etcétera, acabaron desarrollándose en Europa en lugar de hacerlo en el África subsahariana. Para quien estudia la evolución humana, esta cuestión resulta particularmente desconcertante, ya que la trayectoria evolutiva del ser humano comenzó en África millones de años antes que en Europa, e incluso es bastante posible que el anatómicamente moderno Homo sapiens no empezara a llegar a Europa procedente de África hasta hace tan sólo 50.000 años. Si el tiempo fuera un factor crucial en el desarrollo de las sociedades humanas, África hubiera debido disfrutar de una posición muy aventajada, estar a la cabeza de Europa.
Nuevamente, la realidad apunta de manera obvia a las diferencias biogeográficas en cuanto a disponibilidad de especies animales y vegetales domesticables. Si examinamos en primer lugar el caso de los animales, vemos con sorpresa que el único animal domesticado del África subsahariana fue un ave: la pintada. Todos los mamíferos domésticos africanos –vacas, ovejas, cabras, caballos, e incluso perros, llegaron al África subsahariana procedentes del norte: de Eurasia y del norte de África. De entrada no extraña oír esto, puesto que en la actualidad consideramos que África es el continente de los grandes mamíferos salvajes. El hecho, sin embargo, es que ninguna de las especies de grandes mamíferos salvajes africanos resultó posible domesticar. Todas ellas fueron descalificadas por presentar uno u otro problema: bien una organización social poco idónea, una conducta indomable, bien un ritmo de crecimiento lento, etcétera. ¡Imaginen por un momento cuál hubiera podido ser el curso de la historia si los rinocerontes y los hipopótamos africanos se hubieran prestado a las domesticación! De haber sido esto posible, los combatientes africanos a lomos de hipopótamos y rinocerontes habrían hecho picadillo a la caballería europea. Pero no pudo ser así.
En su lugar, como ya he mencionado, los animales de cría adoptados en África fueron especies euroasiáticas procedentes del norte. El largo eje africano, al igual que el de las Américas, tiene un sentido norte-sur en vez de este-oeste, y esto significó que los mamíferos se extendieran hacia el sur de África muy lentamente, puesto que debían adaptarse a diferentes zonas climáticas y diferentes enfermedades animales.
Los problemas que el eje norte-sur supuso para la expansión de las especies domesticadas de África fueron aún más desastrosos para los cultivos que para el ganado. Recordemos que los alimentos básicos del antiguo Egipto eran cultivos tales como el trigo y la cebada de la Media Luna de las Tierras Fértiles y del Mediterráneo, que requieren la lluvia de invierno y variaciones estacionales de la duración de los días para su germinación. Estos cultivos no pudieron extenderse hacia el sur más allá de Etiopía, pues a partir de aquí las lluvias son estivales, y en cuanto al número de horas de luz diurna hay muy poca o ninguna variación de una estación a otra. De modo que el desarrollo de la agricultura en el área subsahariana tuvo que esperar a la domesticación de las especies vegetales de África, como el sorgo y el mijo, que se adaptaron al verano del África Central y a una duración de los días relativamente constante. Resulta irónico que, por la misma razón, los cultivos de África central no pudieran luego extenderse hacia el sur, a la zona del clima mediterráneo de Sudáfrica, donde una vez más prevalecían las lluvias de invierno y las grandes variaciones estacionales de horas de luz diurna. El avance hacia el sur de los agricultores africanos con cultivos de África central se detenía en Natal; más allá de este punto dichos cultivos no daban fruto, lo cual tendría muy serias consecuencias para la historia reciente de Sudáfrica.
Resumiendo el, eje norte-sur y la escasez de especies de plantas silvestres y animales salvajes aptas para la domesticación fueron decisivos en la historia de África, al igual que lo fueron en la historia de la América indígena. Aunque los nativos africanos cultivaron algunas especies vegetales en el Sahel y en Etiopía, así como en el oeste de África, la adquisición de animales domésticos útiles, procedentes del norte, sería mucho más tardía. La superioridad que ofrecían a los europeos sus armas de fuego, naves, organización política y escritura les permitió colonizar África en lugar de que los africanos colonizaran Europa.
Concluyamos ahora nuestro viaje relámpago alrededor del globo dedicando un par de minutos al último continente, Australia. Allá vamos de nuevo, por última vez.
Australia era el único continente que en la época moderna seguía habitado por cazadores-recolectores. Esto hace de Australia la prueba crítica para cualquier teoría sobre las diferencias continentales de la evolución de las sociedades humanas. La Australia aborigen no conocía la agricultura ni el pastoreo, la escritura, los instrumentos de metal, ni orden político alguno a nivel superior al de la tribu o el grupo. Éstas son, por su puesto, las razones por la que las armas y los gérmenes europeos destruyeron la sociedad aborigen australiana. Pero
¿por qué habían seguido siendo cazadores-recolectores todos los nativos australianos?




[continúa en parte III

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2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bueno muchachos, espero la tercer parte!!!!
saludos

Juan Carlos Alonso dijo...

Grcias Ariel, en breve,la estamos publicando.

Saludos!