jueves, 23 de julio de 2009

¿El mito de la violencia? -Steven Pinker-

"Leo que hubo masacre y recompensa, que retocan la muerte, el egoísmo.
Reviso, pues, la fecha de la prensa.Me pareció que ayer decía lo mismo.
Me entrego preocupado a la lectura del diario acontecer de nuestra trama.
Y sé por la sección de la cultura que el pasado conquista nueva fama."


-Silvio Rodríguez-

¿Cómo que la violencia es un mito? ¿A quién se le ocurre afirmar semejante barbaridad? Si cuando diariamente vemos las noticias en la televisión o las leemos en el diario prácticamente un 80% de su contenido está compuesto de guerras, asesinatos, robos, violaciones, agresiones físicas o verbales, maltratos, etc. Todas ellas envueltas en un paquete que todos conocemos muy bien con el nombre de inseguridad. Evidentemente la violencia no es un mito, es un hecho y bien real. Es cierto, pero lo que expone Steven Pinker en esta charla es la manera exagerada con la que se la considera en la actualidad, teniendo en cuenta que la que estamos viviendo es la época más pacífica de la historia de la humanidad. Esto es un tema delicado que no debemos pasar por alto ni mucho menos discutirlo yendo a los extremos como si se tratara de un partido de fútbol, ya que de sus implicaciones depende nuestra mejor convivencia y el anhelo mayoritario de habitar en un mundo más pacífico. Hoy el periodismo, como medio de comunicación llevan a cabo un rol crucial en nuestra vida personal y en el desarrollo de cualquier sociedad, es tal el poder que ha cobrado mediante el desarrollo de la tecnología que dudo que se siga manteniendo en el orden de cuarto, como se lo suele considerar. Sabemos claramente que la información es un buen negocio y desde hace un tiempo se disputan la monopolización del mercado unos cuantos grupos empresarios cada vez un poco más globalizados. Es por eso que debemos estar muy atentos y procesar a conciencia la información que recibimos cotidianamente, porque de lo contrario corremos el riesgo de ser inducidos a adoptar una prediseñada forma de pensar. El tema es complejo y nos brinda un interminable rollo de tela para cortar, pero pasemos al aspecto que nos ocupa en esta oportunidad: La desmedida cuota de violencia que consumimos a través de las noticias que nos coloca en un mundo aparentemente cada vez más caótico y fuera de control. Primero creo que tenemos que tener en cuenta, como mencionaba anteriormente, que la influencia del desarrollo tecnológico es importante, ya que de ciertos casos de violencia que se producían en lugares alejados o más aislados, unos años atrás no nos enterábamos, hoy a más tardar en cuestión de horas son de público conocimiento, como así también los hechos menores que antes no se publicaban hoy para rellenar 24 horas de transmisión están a la orden del día. Considerando que la televisión está concebida a imagen y semejanza de las personas y no, como muchas veces se piensa que sucede a la inversa, debemos reconocer que mayoritariamente, las desgracias de algún modo captan nuestra especial atención, ya sea en algunos casos como prevención, en otros como una forma de hacer catarsis de nuestra propia violencia natural, o en algunos como mecanismo de autodefensa (por un lado decimos “que horror” y por el otro pensamos “menos mal que no me pasó a mi”). Bien, entonces podemos decir perfectamente: si a mucha gente “le atrae” contar muertos, ver sangre y hasta algunos regocijarse íntima e inconcientemente con la desgracia ajena, ¿cuál es el problema que los noticieros se lo brinden? En mi opinión el problema que se genera es un problema, en principio, de aritmética, siempre partiendo de la base que el fin del periodismo es reflejar la realidad. Si en una ciudad viven tres millones de personas, de las cuales aproximadamente veinte cometen un delito grave al mes y unas miles delitos menores, calculando el porcentaje ¿nos arroja una cifra tan estremecedora en comparación a épocas pasadas? ¿Refleja la realidad como un todo? Algunos pueden decir, son cosas que pasan y hay que mostrarlas, estamos de acuerdo, claro que hay que informar pero objetivamente, pasa que los noticieros están modificando lo objetivo y están deformando al añadir opinión en lugar de crear el espacio para formarla, esto no es cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío.
En su conferencia, Pinker señala que una de las posibles causas por las cuales la violencia disminuyó en comparación a siglos anteriores es justamente que las personas hayan ampliado el respeto característico del círculo familiar haciéndolo extensivo a muchas más personas de la sociedad. Teniendo en cuenta este punto tenemos que advertir que el periodismo al cual estoy haciendo referencia está realizando justamente el proceso contrario. Nos muestra con insistencia tenaz una sola cara de la moneda que provoca que mucha gente tenga miedo de salir a la calle, de relacionarse con otras personas, de desconfiar de todos, de aislarse nuevamente en su íntimo grupo familiar y de amistad.
Sabemos que muchos de estos grupos dueños de la información siempre tienen intereses políticos, como también sabemos cuánta verdad encierra la frase “divide y triunfarás”. Sólo basta con relacionarlas.
Haciendo la analogía de la sociedad como si fuera una persona, es como si en nuestra temprana adolescencia nuestro padre sólo machaque retándonos todo el tiempo con las cosas que hacemos mal y casi nunca nos estimule en lo que hacemos bien ¿cuál es el resultado? Definitivamente un adulto temeroso, inseguro de sí mismo, incapaz de intentar un futuro mejor. Vamos por ese camino. Yo no quiero una sociedad así y no creo que muchos la quieran, pero está otra vez en nuestras manos la responsabilidad de evitarlo, o mejor dicho está en nuestras cabezas, sería bueno ponerlas a trabajar. Nadie está exento de vivir un hecho de violencia pero si todo fuera como lo muestran creo que quedarían pocos para contarlo. Los invito a ver esta excelente conferencia que tiene mucho más para decirnos y sobre todo para informarnos.

Saludos!!

Juan Carlos



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