jueves, 4 de junio de 2009

Pálidos humanos

"Los humanos no saben lo que poseen en la Tierra. Será porque la mayoría no ha tenido ocasión de abandonarla y regresar después a ella"

- James Russell Lowell -

Empezó el viaje. Cordial bienvenida a aquellos que aborden y manos a la obra. Pero no vamos a pedirles que frieguen la cubierta ni que despellejen el pescado, lo que vamos a pedirles es un trabajo, para la mayoría, más sucio aún: Mirarse para adentro. Y no hablo de una introspección personal y particular de cada uno, si no más bien de una mirada como humanos hechos y torcidos que somos. Un alejamiento a velocidades supersónicas para transportarnos lejos de nuestro lugar seguro y más aún, de nuestra Tierra insegura, y todavía más lejos: acerquémonos a las fronteras de nuestro sistema solar, mas puntualmente viajemos 6.000 millones de kilómetros y detengámonos para dar la vuelta y mirar. Nos veremos sorprendidos al encontrar…NADA. Mucho espacio. Pero si miramos bien, vemos un diminuto puntito azul. El peor golpe para el orgullo infundado que padecen muchos humanos. Knock Out. Para quienes quieran hay tiempo de levantarse antes que termine la cuenta. Ese punto insignificante, esa mota de polvo suspendida en un rayo de sol, somos nosotros. Nuestros problemas parecen insignificantes y hasta ridículos. Lejos de ser el centro del universo, nuestro primitivo planeta salió disparado de manera aleatoria hacia un rincón del mapa estelar con tanta suerte que se alojó a la distancia justa de nuestra estrella para que más tarde se diera la vida. Miles de millones de años pasaron y resultamos nosotros, el universo cobró consciencia. Estamos hechos de la materia misma que nos rodea! Pero dejemos de imaginar y veamos como el gran Carl Sagan nos lo dice es sus inmejorables palabras…

Facundo

"Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestros pies."
- José Martí -

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estuve leyendo la última entrada, Juan Carlos, y el video es tan impresionante que me dejó helada y se me puso la piel de gallina. Lejos de ubicarme en la "realidad", (tomando esta palabra como sinónimo de cosa tangible y comprobable) me situó en la pupila de Dios, desde donde sin lugar a dudas las cosas se ven exactamente de ese tamaño que tiene ese puntito azúl pálido dentro de la bóveda celeste.
¿Por qué destaco "realidad" entre comillas? Pues porque una es la realidad que conoce el investigador, el pasajero de barcos como el Replicador de Sueños y otra muy diferente es la Verdad.
La realidad es palpable, la Verdad supera esos límites. Y la Verdad es Dios.
Muchas veces me detuve a juntar del suelo una piedrita que me pareció bella, y en el momento de tomarla con la mano, pensé que esa es proporcionalmente la distancia entre Dios y la tierra. No es que me haya sentido Dios o que sea remotamente comparable, pero es la forma de dimensionar la Verdad lo que hizo en mi mente la comparación.
Y pensé en la Gloria de Jesús, en su incomparable deidad y la magnificencia de su Poder inigualable, porque si la piedrita que junté representara la tierra, ¿qué tamaño tiene el hombre?...el de una partícula microscópica. Entonces, ¿te imaginas toda la potencia de Dios concentrada en el minúsculo cuerpo de Jesús, compactada allí por gracia, en la oportunidad que se hizo uno de nosotros buscando nuestra atención?
Pero la Verdad no es tangible, no puede verse, tampoco captarse ni siquiera con la avanzadísima complejidad tecnológica del Voyager2; por el contrario, se la ve con la parte intangible de ese corpúsculo que es el ser humano, con el espíritu.
Esa Verdad es tan contundente como imperceptible y escapa a las estrategias y astucias humanas por querer descubrirla según los argumentos y posibilidades de quien admira y se subyuga a las soberbias capacidades "reales".
Tiene esa Verdad códigos propios y medios únicos que pertenecen a otro universo, para ser hallada. Ese universo no está en el espacio, está, muy por el contrario, en el centro de la humildad del hombre.
Un saludo.

Juan Carlos Alonso dijo...

Hola,anónima o como sea tu nombre, bienvenida al blog. Veo que no son enteramente de tu agrado las realidades que nos brinda el conociemiento humano a través de la ciencia, o al menos no lo suficiente como para llamarlas "verdad". Y esta muy, bien,la única verdad absoluta es que no existen verdades absolutas( lo dijo un hombre de ciencia).No conocemos la "verdad". Aunque lo que sí conocemos son las realidades que nos resultan útiles para mantenernos con vida, para mejorar la calidad de la misma, e incluso para exetenderla.No creo que no te caiga en gracia los avances tecnólogicos ni los avances en medicina que nos permitieron estar donde estamos y vivr como vivmos.
Tu metáfora de tener la sensación de dios al mirar una minúscula piedrecita es comprensible.En mi opinion dios no es otra cosa que la presunción humana, el objetivo a cuplir a futuro. Al desarrollar conciencia y al percibir la inevitabilidad de la propia muerte es muy factible que el hombre haya creado a dios. A la inversa,hoy está comprobado que no lo fue(al menos de la manera que lo ha contado cualquier religion).
Lo que realmnete no encuentro coeherente(y no lo digo ofensivamente sino en el sentido de la palabra)de tu comentario es cómo podes afirmar tan rotundamente por un lado que la verdad "no es tangible" mientras que dos renglones más adelante habáls de una verdad "contundente". ¿Cómo es eso? ¿para algunas cosas si y para otra no? ¿es según de donde lo miremos? Me hablás de dios y de jesús como si fueran una verdad irrefutable sin que haya una sola prueba de su existencia.Ahi me dirás que la prueba es que vos lo podés sentir¿y entonces?
Segun tus palabras decís que la verdad escapa a las estrategias y astucias humanas e incluso tildás de soberbias a las capacidaddes reales hasta con cierto sarcasmo.
Mi pregunta sería y vos ¿eso cómo lo sabés? ¿no sos acaso un ser humano tambén? ¿Esa afirmación realmente te parece algo que se podría llamar humilde?
En mi opinión, sospecho que eso es algo como decir que el ser humano no siga investigando porque a cada paso que dan, descubren nuevas cosas que indican que el cuento que nos cuentan las religiones es una falacia cada vez más evidente.
El antrpocentrismo encubierto que promueve la religión usando a dios como chivo expiatorio dudo que tenga mucho que ver con la plabra humildad.

Te mando un beso y gracias por tu comentario..siempre me resulta enriquecedor el debatir opiniones diferentes